De acuerdo al Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), a través de la Encuesta de Superficie y Producción Agropecuaria Continua 2024 ―la principal fuente de información oficial sobre la estructura y dinámica del sector agropecuario del Ecuador―, 5,1 millones de hectáreas del país se encuentran bajo labor agropecuaria y el ganado vacuno lidera el sector pecuario con un total de 3,7 millones de cabezas a nivel nacional. No obstante, siendo Ecuador un país en vías de desarrollo, la gestión ganadera ha sido precaria y poco eficiente con los recursos disponibles a lo largo de la historia. En este sentido, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura – FAO (2021) estima que en Ecuador «la ganadería representa el 43% de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) del sector agrícola y el 18% del total del país». Pero, ¿a qué se debe esto?
El impacto ambiental que genera la ganadería se encuentra asociado de forma general al accionar de pequeños productores agropecuarios que aplican prácticas de manejo poco sostenibles, ya sea en los suelos, con acciones que los degradan rápidamente y que no permiten su restauración, o en el propio ganado, con una mala gestión nutricional y sanitaria y procesos de reproducción no cuidados.
Natacha Fierro Jaramillo, docente de la carrera de Agropecuaria de la Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL), explica que, la falta de familiaridad de los pequeños productores con los sistemas de producción ganadera sostenibles, genera una doble problemática en la sociedad y en el planeta: por una parte, contaminación ambiental, y, por otra, escasa rentabilidad económica para el sustento familiar.
Lo cierto es que, si bien la ganadería ―asumida desde una perspectiva arcaica― afecta en gran medida el entorno, esta es sensible de reformular con la adopción de buenas prácticas sostenibles que fomenten la disponibilidad del sistema agroalimentario a largo plazo, protejan los recursos naturales y optimicen la productividad, contribuyendo así al desarrollo rural y crecimiento económico del país, sin perjuicio del bienestar humano, animal y vegetal. Hablamos entonces de la implementación de una ganadería sostenible.
| Ganadería sostenible en Ecuador
La ganadería sostenible refiere a un conjunto de sistemas de producción pecuaria, basados en buenas prácticas para mejorar la productividad, sin afectar los ecosistemas y cuidando las materias primas y recursos naturales utilizados en la producción.
Desde 2016, Ecuador es un caso de éxito en el desarrollo de una producción ganadera sostenible. A través del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) y del Ministerio de Ambiente, Agua y Transición Ecológica, con el apoyo técnico de la FAO y el financiamiento del Fondo para el Medio Ambiente Mundial, se implementó hasta 2020 un proyecto pionero en Latinoamérica denominado «Ganadería Climáticamente Inteligente» (GCI), con el que se logró incrementar sosteniblemente la productividad e ingresos de la ganadería nacional, mejorar la resiliencia de los sistemas ganaderos al cambio climático y reducir las emisiones de GEI.
Este proyecto se implementó en 165 granjas piloto ubicadas en siete provincias del país y, a lo largo de cuatro años, se replicaron estas prácticas en cerca de mil granjas, beneficiando a más de 40 000 hectáreas de territorio y aumentado los ingresos de los ganaderos en un 15% y su productividad en un 12% en relación a años anteriores. El mayor logro en términos ambientales fue la reducción del 43% de emisión de GEI en la producción de leche y del 20% en la producción de carne de res, en relación al promedio nacional.
Siguiendo este enfoque de GCI, desde 2017 la UTPL impulsa una Escuela de Ganadería Sostenible que busca perennizar la sostenibilidad de la cadena ganadera ecuatoriana. Desde una metodología teórica-práctica, la escuela forma en Buenas Prácticas Pecuarias (BPP) para contrarrestar el impacto negativo de la ganadería en el ambiente, mientras se mejora la eficiencia y productividad de las fincas y se utilizan de forma sostenible los recursos naturales, económicos y humanos disponibles.
El factor diferencial e innovador de esta escuela es su metodología 100% práctica, ya sea en la Estación Agropecuaria UTPL o en las fincas ganaderas de los propios participantes. Rubén Carrera Durazno, líder del proyecto y docente de la carrera de Agropecuaria de la UTPL, destaca que «las estrategias que imparten como BPP reducen significativamente la huella ambiental de la ganadería, protegiendo las riberas, minimizando la contaminación del agua y suelo y evitando la fragmentación de los ecosistemas».
Hasta el momento, la escuela ha beneficiado a más de 100 agropecuarios del sur del país, cuyas fincas ganaderas se encuentran en Loja y Zamora Chinchipe, permitiendo que conozcan, comprendan y apliquen con eficiencia y efectividad los principios y estrategias de la ganadería sostenible, optimizando su modelo de producción de principio a fin.
Natacha Fierro y Rubén Carrera sostienen que la producción ganadera se compone de cuatro elementos indisociables: nutrición, sanidad, genética y manejo animal. Si bien cada elemento es fundamental, subrayan que la nutrición cumple un rol prioritario, porque en ella reside la capacidad de que el ganado vacuno genere menos GEI y aumente su rendimiento en litros de leche, debido al mejoramiento funcional de su organismo. De esta forma, las BPP que se imparten en la Escuela de Ganadería Sostenible intervienen en cada una de las cuatro áreas clave de la producción ganadera.
El proyecto de vinculación de la UTPL incluye además una estimación de la tasa de retención de carbono y nutrientes en el suelo con sistemas agrosilvopastoriles, que es una de las estrategias clave de BPP para la mitigación y adaptación ante el cambio climático.
Tras un proceso de investigación y muestreo en 100 fincas ganaderas de distintas zonas de Zamora Chinchipe que han sido parte de la Escuela de Ganadería Sostenible, se corroboró que, en efecto, la cobertura agrosilvopastoril retiene la mayor cantidad de stocks de carbono en comparación con zonas de pasto, con una media de 100 Mg ha-1 (megagramos por hectárea), evidenciando así su potencial para la reducción de GEI.
Comprobada la efectividad de las BPP desde un enfoque de ganadería sostenible, el reto que mantiene la universidad es ahora doble: por una parte, mantener un monitoreo activo de los productores ganaderos y fincas que han sido parte de la 1.ª y 2.ª edición de la Escuela de Ganadería Sostenible para verificar su progreso con la implementación efectiva de estas prácticas sostenibles en la gestión de su ganado y suelo; y, por otra, establecer nuevas alianzas estratégicas con ministerios y ONG del ambiente para financiar el proyecto y lograr que la escuela continúe siendo gratuita para nuevos productores agropecuarios de otras regiones del país.
| 7 BPP de la ganadería sostenible para implementar en Ecuador
La ganadería sostenible es el resultado de la correcta implementación de una serie de Buenas Prácticas Pecuarias (BPP) en todo el proceso de producción ganadera, que hacen posible que esta actividad no solo cumpla su principal función de garantizar la seguridad alimentaria con altos estándares de calidad e inocuidad, sino también que reduzca su impacto negativo en el planeta y genere una mejor rentabilidad económica para la población campesina de los países.
Con este objetivo, Rubén Carrera comparte 7 BPP que son impartidas en la Escuela de Ganadería Sostenible, buscando que las mismas sean ampliamente difundidas e incidan de forma directa en el mejoramiento de las capacidades de los pequeños ganaderos, para que su producción lechera se torne más eficiente, productiva y sostenible, reduciendo las emisiones de GEI.
La ganadería sostenible deja de ser una utopía cuando su objetivo de conservación ambiental y mitigación del cambio climático se operativiza a través de la implementación de buenas prácticas pecuarias que optimizan el uso de los recursos y la eficiencia de las técnicas y herramientas aplicadas en cada fase de la producción ganadera, logrando como resultado final una reducción en las emisiones de GEI y un aumento en la rentabilidad y sostenibilidad empresarial.
¡Descubre y aprende otras BPP en la Escuela de Ganadería Sostenible!